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Referencias Bíblicas
La razón de ser de este ministerio, es poder proveerle a las personas un refrigerio espiritual durante su momento de crisis y recuperación. Si padeces de depresión, queremos que sepas que no estás solo. Dios está contigo en todo momento y no te va a abandonar en estos tiempos de enfermedad. Tú eres de mucho valor y estima para El. No dudes de Su poder y de lo que El puede hacer por tu salud. Si conoces a alguien que sufre de esta condición, te exhortamos a que apoyes a esa persona especial en tu vida a través de la oración, del amor, la comprensión y de la Palabra de Dios, la cual siempre nos da una respuesta a nuestras situaciones e inquietudes en nuestras vidas. Más adelante, te presentaremos una muestra de las muchas formas en que Dios habla a nuestras vidas a través de su Palabra, la Biblia, para fortalecernos y consolarnos a través del Espíritu Santo. No olvides, que para aumentar nuestra fe en Jesús es necesario fomentar la oración como el arma más poderosa para nuestra recuperación. Orar es hablar con Dios. Conversa con él como si fuera tu mejor amigo, exprésale tus sentimientos, frustraciones y preocupaciones, y te garantizo, que El, en su infinita misericordia y amor por ti, te sanará de tu condición y te devolverá la salud perfecta y completa que tanto anhelas. En cambio, si todavía no has conocido a Jesús como tu único Salvador personal, este es el momento para que ores a Dios y te perdone todos tus pecados por medio de la muerte de Jesús en la cruz, y para que el Espíritu Santo entre a morar en tu vida y tu corazón. Este es el primer paso para la sanidad que tanto esperas y deseas disfrutar. Lee la siguiente oración con todo tu corazón y genuinamente: Dios bendito, Dios bueno, Dios de infinita misericordia y amor. Me postro delante de tu altar con mi corazón contrito y humillado, para que tengas misericordia de mí. Señor, reconozco que soy un pecador, que necesito de Ti y de tu gracia para poder alcanzar la salvación de mi alma y espíritu. Senõr, en estos momentos reconozco a Jesús como mi único Salvador personal. Padre, perdona todos mis pecados, lávame con la sangre que Cristo Jesús derramó en la cruz del Calvario por mí y séllame con tu Espíritu Santo. Escribe mi nombre en el Libro de la Vida. Desde este momento, pertenezco sólo a ti Señor. Dame la salud que tanto necesito y espero. Sana todas mis dolencias. En Ti creo y en Ti confío en que por tu infinito amor por mí, será hecho. En el nombre de Cristo Jesús te he orado, Amén. Te felicito por el paso más importante y trascendental que acabas de hacer en tu vida. Créeme que no te arrepentirás de haber tomado la mejor decisión. Para comenzar tu nueva vida de fe, te presento algunos textos bíblicos que pueden ayudarte a comenzar tu proceso de sanidad interior, y tu recuperación total. No olvides, que es necesario también complementarlo con tu visita a un pisiquiatra de confianza y seguir su tratamiento. Recuerda, que la medicina y la ciencia también fueron creadas por Dios para nuestra salud.
Jesús nos enseñó en su Palabra que El pagó todas nuestra enfermedades, inquidades, situaciones, problemas y pruebas en la Cruz del Calvario para nuestra salvación y restauración de nuestras vidas. Lo único que nos pide es que creamos en su muerte como el regalo más preciado que Dios pudo dar a la humanidad. Es por esta razón, que tienes que comenzar a creer que YA Jesús pagó y ganó tu prueba de depresión hace dos mil años atrás. Mientras más deprimido y angustiado te encuentres, más clama a Jesús por tu sanidad, reclámala como un regalo que ya El te dio hace mucho tiempo. Recuerda que cada gota de sangre derramada en la cruz tiene tu nombre. Comienza a creer y confiar que tu depresión desaparecerá porque Jesús ya la pasó por ti. Entrégale tu depresión como tu carga más pesada en sus manos, y El te dará descanso para tu mente y tu espíritu. Recuerda que Su carga es fácil porque ya El la cargó por ti.
Este texto prueba que los israelitas (el pueblo escogido por Dios en el Antiguo Testamento) sufrieron grandes penas y depresiones a causa de su desobediencia y pecados contra Dios. Sin embargo, cuando todos se arrepintieron fueron perdonados por Dios y les borró todas sus penas y les devolvió la alegría y el gozo que tanto anhelaban. Dios les dio bendiciones abundantes por su infinito amor por ellos. A pesar de los tiempos, esta condición no ha cambiado. DIOS TE AMA, y si te arrepientes de todos tus errores pasados, te dará la redención, la paz, el perdón, el gozo y la salud duradera y permanente que necesitas.
No existe profesión, estatus social, título académico, posición económica que pueda darte la alegría y la paz que necesitas en medio de tu depresión, ya que la salud es más valiosa que cualquier cosa material que exista en este mundo. A eso se refiere el autor en sus palabras. Sin embargo, de todas estas experiencias negativas,como lo es tu depresión, se puede aprender lo importante que es vivir una vida plena y abundante; saludable, de manera que puedas alcanzar muchas bendiciones, crecer espiritualmente y enriquecer tu vida.
Jesús conoce por la depresión que estás pasando, inclusive, El mismo padece tus síntomas a través de su Espíritu Santo que mora en ti. El te comprende mejor que nadie pues Dios se hizo hombre a través de Jesús para poder saber cuán fragiles y débiles somos en cuerpo, pero no en mente y espíritu. Cuando ores a Dios, reclama que cada lágrima que salga de tus ojos sea enjugada por salud y todo dolor que padezcas sea transformado en salud. Jesús es todo un caballero; El desea ayudarte, pero no actúa hasta que tú le des permiso. Da el primer paso permiténdole obrar en tu vida.
Este texto indica que toda depresión, al igual que todo problema y situación es temporera. Nada en este mundo permanece estático. Unas veces tendremos que llorar, y en otras podremos reir. Cuando ores a Dios, reclama esa promesa; de que pronto esta enfermedad será quitada de tu vida y podrás disfrutar una vida plena nuevamente.
Bienaventurado quiere decir dichoso; que es de buena estima para Dios. Esto quiere decir, que Jesús te ve con ojos de amor y misericordia por tu depresión. El te dará el cuidado especial y la fortaleza que tanto necesitas mientras te recuperas de tu condición. Sólo tienes que ser paciente y esperar que El vaya haciendo la restauración poco a poco. Recuerda que esto es un proceso del cual tienes que irlo superando por etapas. Jesús obrará a través de tu médico para ir superando cada etapa en tu recuperación.
Todo ser humano padece por enfermedades, situaciones difíciles y problemas en algunos momentos de su vida. Pero, que bueno es saber y confiar en que Dios te librará de cada una de ellas, incluyendo, tu depresión. A pesar de lo mal que te puedas estar sintiendo, piensa que El guarda de ti, y de cada célula de tu cuerpo.
Este texto nos garantiza que la presencia de Dios está en todo momento a tu lado y que no te encuentras solo. El conoce todas tus necesidades, inclusive antes de que se las pidas. Sin embargo, es necesario que ores con fe y fervor para que El se manifieste en tu vida de una forma insospechada. No habrá depresión, situación ni dificultad que Dios no pueda intervenir y resolver.
Es necesario que siempre conserves en tu interior la esperanza de tu sanidad completa y permanente. Aunque te encuentres deprimido, y no te sientas bien, no dejes de orar y hablar con Dios. Con esta herramienta poderosa podemos llegar a la relación estrecha y vital que Dios anhela tengamos con El. Aprovecha estos momentos de angustia para acercarte a El, y verás los resultados.
Es importante que cuando Dios te conceda tu salud completa y permanente a través del Espíritu Santo, le agradezcas sinceramente por su obra y misericordia por lo que ha hecho en tu vida. Pero, también es importante que puedas llevar este mensaje a otras personas que pasarán esta crisis como la estás pasando tú en estos momentos. Recuerda, que Dios se manifiesta y Jesús se glorifica cuando nos acordamos de nuestros hermanos enfermos. Y si podemos educar y apoyar a otros, ¿que mayor bendición de salud nos puede dar el Padre Celestial?
Cuando te sientas deprimido, lee el pasado Salmo 6, el cual nos inspira a orar y confiar en El, de que en el momento que menos te lo esperes, te librará de tu depresión y podrás volver a tener una vida plena y abundante. También, te recomendamos que leas el Salmo 42:1-5. Como dato final, quiero dejarte saber que muchos personajes en la Biblia sufrieron la condición de depresión en distintas etapas de su vida. El ejemplo más claro fue el del Rey David, que durante su depresión escribió los versos más hermosos de la Biblia, los Salmos. También podemos mencionar a Moisés durante su recorrido por 40 años en el desierto para llevar a los israelitas a la Tierra Prometida. No podemos pasar por alto a Job, quien en medio de sus enfermedades y sus calamidades, sin tener nada, no dejó de clamar a Dios con fe por su salud y Dios lo escuchó lo bendijo con salud y muchas otras cosas cuadruplicadas. Pero el caso más importante e impactante, fue el mismo JESUS, el cual pasó una gran depresión y angustia cuando sabía que muy pronto tendría que pasar por el dolor más grande e intenso que nadie en este mundo podría soportar: la muerte en la Cruz del Calvario. Jesús lloró amargamente por su penuria, sin embargo, decidió sufrir todos nuestros quebrantos a la misma vez por amor a nosotros y regalarnos la salvación. Aunque tu depresión es muy difícil de sobrellevar, pues la he vivido por experiencia propia en tres ocasiones (vea mi testimonio personal), piensa que jamás tu enfermedad podrá compararse al dolor y angustia de Jesús en la Cruz. Y El nos dio la victoria de la salud, y de gratis...¿Qué más podemos pedir?
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