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Depresión
IntroducciónLa
Depresión ha sido por muchos años un tema lleno de mitos y confusión por
muchas personas. Sin embargo, la depresión se ha catalogado como una condición
médica muy seria, que en muchos casos puede resultar catastrófica, si no es
tratada adecuadamente. Es
totalmente normal y natural que un ser humano experimente tristeza y melancolía
por cortos periodos de tiempo, debido a varias razones o circunstancias, como
son la pérdida de un ser querido, un divorcio, la pérdida súbita del empleo,
depresión post-parto, enfermedades, problemas familiares, entre otros.
Sin embargo, cuando estos síntomas de tristeza y desánimo persisten por
largos periodos de tiempo (por más de dos semanas), puede ser indicativo de que
se esté sufriendo de depresión. Uno de los indicativos principales al momento de evaluar si una persona sufre de depresión es que la misma puede surgir sin razón aparente. Puede que una persona tenga una vida normal, sin mayores preocupaciones y problemas, y sin embargo, se siente constantemente triste, pierde el interés por las actividades que antes le motivaban, e inclusive, puede alterar su vida cotidiana por completo, como ir al trabajo, ir de compras, practicar su deporte favorito, entre otros. EstadísticasMás de 20 de millones de personas en los Estados Unidos padecen de depresión, y aproximadamente, cerca de 1 millón de puertorriqueños sufren esta condición sin tan siquiera saberlo. Sabemos que es una alta cantidad de personas en Puerto Rico las que experimentan algunos o todos estos síntomas sin tener un conocimiento claro de lo que les ocurre. La
depresión afecta a personas de todas las edades. Se han registrado casos aún
en niños pequeños y hasta ancianos, aunque las edades promedio fluctúan entre
los 25 a 40 años. Tampoco
discrimina en términos de raza, religión y grupos étnicos. Sin embargo, se ha
podido comprobar que son las mujeres las que más padecen de depresión que los
hombres. La
mayoría de estas personas experimentan por lo menos un episodio de depresión
durante su vida, aunque en muchos casos, éstos tienden a ser recurrentes si no
son tratados adecuadamente. SíntomasLa
depresión puede ser diagnosticada
por un profesional de la salud mental, como un psiquiatra.
Sin embargo, usted puede auto-examinarse
a través de está página para tener una idea general si está padeciendo de
depresión. Es importante señalar
que solamente un profesional de la salud mental puede hacer un diagnóstico
exacto y ayudarlo a recuperarse de esta condición. Recuerde
que por lo menos tres (3) de estos síntomas deben estar presentes por más de dos semanas. Entre los síntomas
más comunes se encuentran:
Otros síntomas que puede experimentar una persona depresiva pueden ser dolor de estómago, de pecho, dolores de cabeza y espalda baja, diarrea, problemas digestivos y náuseas. CausasSe
han realizado muchas investigaciones relacionadas a la depresión, aunque todavía
no existe una causa totalmente definida para que surja.
Algunos expertos indican que una persona puede sufrir un episodio de
depresión luego de una situación de estrés extremo, aunque en muchos otros
casos la depresión surge sin razón aparente. Muchos
profesionales de la salud mental opinan que la depresión puede surgir a través
de la genética. La misma puede heredarse de parientes cercanos tales como tíos
o abuelos, aunque no sean descendientes directos como lo es de padres a hijos. En las últimas investigaciones que se han realizado se ha determinado que la depresión surge a consecuencia de un desbalance químico en el cerebro, por lo cual ya se cataloga la depresión como una condición médica al igual que la diabetes y la hipertensión. Este desbalance químico se debe a una distribución deficiente de una sustancia llamada serotonina a través de las neuronas o células cerebrales. Los síntomas de depresión, así como otras condiciones del estado de ánimo (trastornos de pánico, trastorno de ansiedad, trastorno de estrés postraumático, trastorno obsesivo/compulsivo) surgen cuando esta sustancia neurotransmisora no se distribuye adecuadamente a través de los nervios en el cerebro. TratamientoGracias
a las investigaciones y avances de la medicina, la depresión ya se puede
catalogar como una condición tratable, y en muchos casos, la persona que la
sufre puede recuperarse totalmente y volver a tener una vida plena y normal.
Existen varias alternativas de medicamentos antidepresivos - que no son
adictivos ni crean dependencia - los cuales ayudan a que la serotonina vuelva a
distribuirse adecuadamente a través de las células nerviosas del cerebro.
Estos medicamentos se conocen como Inhibidores Selectivos de la
Recaptación de Serotonina (SSRI’s por sus siglas en inglés). Entre las marcas más reconocidas y recomendadas se
encuentran: Zoloft, Paxil
y Zyprexa, entre otras. Es
importante señalar que además del tratamiento médico con antidepresivos, es
sumamente necesario combinar los medicamentos con la psicoterapia, tanto individual,
como grupal para que los resultados y la recuperación sea más rápida y
exitosa. Tampoco podemos pasar por
alto la ayuda y apoyo espiritual que un sacerdote, pastor y/o ministro puede
proveerle durante el proceso de recuperación.
Una actitud y mentalidad positiva, junto con una buena dosis de fe pueden
hacer la diferencia para una recuperación total y completa. Es
necesario hacer énfasis de que el tratamiento para combatir la depresión es un
proceso a largo plazo. La persona que sufre de depresión comenzará
a sentir una mejoría considerable entre cuatro (4) a seis (6) semanas luego de comenzar a tomar
sus medicamentos y de visitar regularmente a su psiquiatra para su psicoterapia.
En muchos casos, los pacientes de depresión necesitarán ingerir sus
antidepresivos entre seis (6) meses a un (1) año.
Existen casos en los cuales el médico sugiere que el paciente siga
ingiriendo sus medicamentos entre cuatro (4) a nueve (9) meses después de que
la persona se recupere totalmente para evitar una recaída. Como
dato adicional, es importante recalcarle al paciente de depresión que una vida
balanceada es sumamente importante, saludable y vital en el proceso de
recuperación. Todo exceso es dañino
para la salud física y emocional del ser humano.
Evite el trabajar excesivamente, así como el realizar cualquier
actividad sin moderación. Es
importante tomar sus horas de descanso y sueño en serio, comer saludablemente,
hacer ejercicios, hacer actividades recreativas, disfrutar con sus familiares y
amigos, visitar una iglesia, orar y meditar, entre otros.
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